COMUNICACIÓN Y LENGUAJE

Juan Pedro Barrero Caballero
Graduado en Psicología
Práctico del MAES


Como seres humanos la socialización es parte fundamental de nuestro día a día. Para ello recurrimos a la comunicación, necesitamos expresarnos. Entendemos la comunicación como la capacidad de realizar conductas de forma interactiva, intencionada y dinámica que supongan un intercambio de información entre dos o más personas.

Tenemos inquietudes, miedos, inseguridades o alegrías que compartimos para calmarnos y consolarnos, para comprobar que no solo le sucede a uno mismo. Son múltiples y variadas las formas que tenemos de comunicarnos a través de lo verbal y no verbal (gestos, imágenes, palabras, sonidos, etc.). 

Cada individuo personaliza esta comunicación, adopta las palabras que mejor le definen, expresa las emociones a través de la cara de forma más o menos intensa o recurre a unos gestos u otros según el contexto. Gracias a esta individualización cada persona es diferente y tiene una forma particular de expresar y comunicar lo que desea, pero también es una forma de conocerse mejor a sí mismo. Las sensaciones y experiencias vividas, así como las palabras o comentarios que pronunciamos y recibimos forman parte de nuestra realidad. Poco a poco vamos integrando todo esto en nuestra personalidad de acuerdo con lo que mejor nos identificamos, somos capaces de definirnos o intentarlo en base a lo que creemos que nos representa. 

Sin embargo, en ocasiones también puede verse alterada la actividad de la comunicación debido a dificultades o trastornos en el lenguaje. En clase se mostraron las principales alteraciones que pueden darse en esta área como la dislexia, la afasia o la alexia, que se explican a continuación. Aquí se muestran las principales características de la comunicación humana y el lenguaje que se han impartido en las clases de Psicología de 2º de Bachillerato.


Expresar cómo nos sentimos, definir o preguntar a los demás cómo somos nos ayuda a conocernos mejor. Esto supone analizar la comunicación que tenemos con nosotros mismos y con los demás. Para ello se realizó en clase el modelo de Johari (Joseph y Harrington, 1955), que propone cuatro ventanas o dimensiones para autoconocerse mejor. Se utiliza para ampliar la percepción de uno mismo sobre los demás y ayudar a desarrollar la inteligencia emocional.



Se muestra aquí un ejemplo de afasia a través de un vídeo de un señor con total desconocimiento del lenguaje y de lo que se le está preguntando. Por tanto, es incapaz de articular palabras o respuestas coherentes ante las preguntas del reportero. Es un vídeo que se hizo viral hace unos años, pensando la gente que estaba borracho o bajo los efectos de alguna sustancia. ¡Se trataba de una afasia! 



También es imprescindible hacernos entender y comprender a los demás sin que nuestros derechos o los de los demás se vean suprimidos. Es por ello que necesitamos de la comunicación asertiva y la escucha activa. Suponen un componente esencial de la sociedad actual, donde prima la defensa de las inquietudes propias sin necesidad de sobrepasar los límites de los demás.



Para fortalecer este tipo de comunicación y trabajar la escucha activa, se desarrolló una dinámica grupal. Se presentaron diferentes situaciones ante las que individualmente debían ofrecer una respuesta o solución. A continuación, en pequeños grupos, tendrían que debatir y escucharse de forma respetuosa para poder decidir cuál era la respuesta o solución más adecuada de todas las ofrecidas por cada integrante.

¡Échale un vistazo a la presentación anterior y aprende sobre los aspectos básicos de una comunicación asertiva y respetuosa!



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  https://youtu.be/od2lg1ZC20s?si=Iy0KfYke0T35UibE