La
empatía es
la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar de alguien y comprender lo que
siente o piensa.
Aunque hay quien piensa que para ser empático con
una persona hay que haber experimentado su situación o sentimiento con
anterioridad, esto no es del todo cierto.
Daniel Goleman, defienden que no es
necesario vivir dicha situación en nuestras carnes, sino que es un esfuerzo
para comprender mejor a la otra persona.
Trabajar la empatía a través de recursos audiovisuales va a ayudar a trabajar la educación emocional de nuestros alumnos y alumnas.
¿CÓMO TRABAJAR LA EMPATÍA CON NUESTROS ALUMNOS?
Las actividades para trabajar la empatía desarrollan habilidades emocionales esenciales para crecer como persona: conciencia emocional, sensibilidad para percibir los sentimientos de los demás, asertividad, generosidad, etc.
Para trabajar la empatía en secundaria seguiremos tres pasos:
- Entender qué es la empatía. Utilizaremos vídeos para ver y discutir en clase.
- Adquirir conciencia y vocabulario emocional, que es la habilidad básica de la educación emocional.
- Trabajar en grupos para poner en práctica lo aprendido y desarrollar habilidades sociales.
Algunas de las actividades que se pueden realizar son:
2.-PROYECTO DE APRENDIZAJE
Por último, esta propuesta, más que una actividad, es todo un proyecto por equipos. Consiste en emprender un proyecto conectado con una necesidad social. Además de adquirir habilidades sociales trabajando en grupo, desarrollarán sensibilidad para con las necesidades de la sociedad.
Cuerdas
La caja
El cazo de Lorenzo
El
mensaje que transmite el cortometraje, una propuesta
basada en el cuento de la escritora Isabelle Carrier, es: relata la vida de
Lorenzo, un niño de corta edad y diferente a los demás que un día descubre que
las personas buenas también existen. El cazo de color rojo que siempre le
acompaña representa las dificultades y los obstáculos a vencer.
Por cuatro esquinitas de nada
El mensaje que transmite es similar al que arroja El Cazo de Lorenzo: empatizar con las personas que, por un motivo u otro, son diferentes a nosotros. Hay que ser tolerantes y solidarias con ellas e integrarlas en nuestro ambiente, no cambiar su forma o manera de ser. En este caso, sus protagonistas no son personas sino figuras geométricas; en concreto, un cuadrado y varios círculos.
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